Rinoplastia
- RINOPLASTIA ABIERTA: Se requiere una incisión en la columela nasal para abordar más fácilmente las diferentes estructuras de la nariz.
- RINOPLASTIA CERRADA: La incisión se realiza en el vestíbulo nasal sin necesidad de realizar una incisión “visible” en la columela.
Según el tipo de paciente, el cirujano plástico decide una u otra técnica para la mejor resolución de la alteración nasal. La rinoplastia es una intervención quirúrgica que se practica principalmente en gente joven, si bien el intervalo de edad es muy amplio. Es en las primeras décadas de vida en las que el apéndice nasal es uno de los objetivos de la miradas y punto central de las relaciones humanas. Cuando una persona se decide operar de la nariz, debe conocer todos los detalles de la intervención, las ventajas y las posibles complicaciones, el cirujano plástico, la clínica donde se intervendrá y los cuidados postoperatorios.
Candidatas/os a la rinoplastia
Una nariz no solamente se interviene quirúrgicamente basada en motivos estéticos, también existen motivos reparadores. La desviación nasal, con o sin obstrucción de la entrada del aire, ocurrida después de un traumatismo importante es una secuela incómoda que puede limitar la vida de una persona. Gracias a la cirugía plástica, estas alteraciones nasales postraumáticas se pueden corregir de una forma satisfactoria, mejorando la deformidad nasal existente y la funcionalidad del órgano.
En definitiva, tanto la rinoplastia estética como la reparadora, son intervenciones que en las manos de un cirujano plástico ofrece las garantías suficientes, para que cualquier persona que realmente lo necesite se beneficie, con la corrección y/o mejoraría de su patología o alteración.
¿En qué consiste?
En cada paciente se determina previamente a la cirugía cuales de estas maniobras deben ser aplicadas, dependiendo de la morfología nasal, las cuales deben ser bien explicadas por su cirujano plástico, para hacer más comprensible el tratamiento propuesto.
No se trata de una cirugía extremadamente complicada pero requiere una experiencia y entrenamiento del cirujano plástico en este campo y una adecuada colaboración del paciente. Cada maniobra quirúrgica conlleva a una finalidad determinada y, según el paciente, se establecerá una u otra, con el fin de conseguir la armonización de sus facciones mediante la remodelación de la nariz.
Rinoplastia abierta o cerrada
En todo caso, se valora cual es la más aconsejable para cada tipo de paciente con tal de que el resultado sea el más satisfactorio y deseable. En ocasiones es necesario reducir los orificios nasales, lo que implica cicatrices externas adicionales, independientemente de la técnica empleada (abierta, cerrada), pero estas quedan camufladas en los pliegues naturales de las narinas.
Riesgos de la rinoplastia
Los riesgos de la rinoplastia no difieren en exceso del resto de las intervenciones quirúrgicas: sangrado, infección, cicatrización anómala, problemas anestésicos.
A éstos se añaden los riesgos derivados de dicha cirugía en concreto: resultado estético insatisfactorio, cambios en la función respiratoria (dificultad en el paso del aire), cicatrices inestéticas, etc.
En cirugía estética, se debe tener en cuenta que se remodela una nariz ya existente y no se trata de hacer una nariz «a la carta».
Tipo de anestesia
La anestesia general permite al cirujano actuar con mayor tranquilidad y, especialmente, a la persona que se va a intervenir una estimable seguridad. En algunas ocasiones se pueden realizar intervenciones, con anestesia local y sedación, En este tipo de técnica anestésica se mantiene la zona a intervenir dormida mediante la infiltración de un anestésico local conjuntamente a la administración de un fármaco sedante por vía endovenosa que permite al paciente un estado de relajación y confort que hacen más agradable el tiempo operatorio.
La decisión del tipo de anestesia depende de las preferencias del paciente pero siempre la decisión final es a criterio del médico.
Cuidados postoperatorios
Durante los primeros días la nariz y zonas adyacentes se encuentran inflamadas y con hematomas, pero a medida que pasa el tiempo van desapareciendo espontáneamente. La férula nasal se retira a los 7-10 días pero se debe tener especial cuidado en no recibir traumatismo alguno ya que se produciría un dolor importante y una posible alteración de las estructuras intervenidas y ocasionar una deformidad nasal.
También es necesario evitar la exposición al sol o a los rayos UVA al fin de evitar la inflamación y la pigmentación oscura de la piel nasal.
El masaje suave con crema antiinflamatoria o crema hidratante facilita el drenaje linfático y los lavados endonasales con suero fisiológico permiten una mayor lubricación de las fosas nasales y limpieza de la mucosa. Una labor importante del paciente después de la cirugía es la de cuidar su nariz.